El colombiano hace amistad con las preguntas.
Le gusta responder historia en mano
mientras nos traslada al aeropuerto
para un salto por el niágara:
El niágara es un vocablo indio, nos ilustra,
quiere decir: sonido alto: rumor fuerte.
El colombiano Francisco es un poeta,
todo lo que dice cuenta alas,
vientos de septiembre. Para probarlo,
pasado mañana vuela a Bogotá.
Febrero 20, 2002 -5:05 a.m.-
_____________________________________________________
Zona cero:
Larga fila para que contemples el pozo largo,
y creas, al fin, que lo antes mirado
ha sido cierto.
Larga fila,
para controlar el obsequio de boletos
en el muelle 17.
Allí, donde también haces harta cola
para comprar el paseo por el Hudson.
El mismo que te llevará al islote
donde tocarás la libertad sólo con la vista,
porque ya no puedes escalarla como antes,
como no podrás trepar este profundo hueco
que tú mismo has cavado a tu medida,
este vacío que no pudiste llenar
con el hierro y el acero
que, como dos largas antenas,
erigiste para monitorear el mundo del dinero,
ni con el vidrio en donde reflejabas
el patrimonio de tu propio cielo:
el mismo azul espejo
que imaginaste solamente tuyo.
Por eso es que hoy te formas en la larga fila,
y esperas hasta el hartazgo en la baja espera,
porque de algún modo has visto
que lo mirado antes, sigue siendo cierto.
Febrero 24, 2002
PANAL DE LUCES
