CANTO PRIMERO
Valle pitahaya y sahuaro,
sibiri, biznaga en flor,
la génesis de tu aliento
primero, fue el corazón.
El genio del visionario
que te inventara un futuro,
más allá de las espinas
y del erial miserable.
El canto de aquel profeta
que vislumbró tu nobleza
de trashumantes linderos
que fijan el horizonte...
Así, la voz surcó el aire
y la palabra el papel,
y juntos viajaron lejos
buscando un eco a la vez.
En su premura impulsivas
trascendieron las fronteras
de la verdad, y en su euforia,
elocuentes pregonaban:
¡El vientre de tierra virgen
del Yaqui, planicie inmensa,
el valle impar de los valles,
la más fértil de las tierras!
***
Y sin embargo la arena
de la arcilla y del barrial,
eran y son de tus manos
descarnada realidad.
Pero arraigó en almas libres:
hogar de las ilusiones,
la fe, que siembra desiertos
y que cosecha espejismos.
Y peregrinos llegaron
de los puntos cardinales,
si por los dos grandes mares,
si por el norte y el sur.
***
¡Valle choyal y mezquite,
ave fénix del desierto,
eres de alas humildes
pero de altura es tu vuelo!
¡Valle pascola y venado,
himno que el agua escribió,
luna de mi luz primera
y mi primera canción!..
SONATA TIERRA ADENTRO